Páginas

6 dic 2010

Escritores nóveles, os interesa



Supongo que a todos vosotros, como a mí, escritores nóveles deseando entrar en el mundillo de las editoriales, algunos por la fama, otros por el dinero, y otros por el simple hecho de que nuestro trabajo sea reconocido más allá de nuestro círculo, que siempre está dispuesto a halagar nuestras obras con tal de tenernos contentos, supongo, digo, que os interesa saber qué editoriales están más predispuestas a escuchar nuestras voces, que por cierto, se oyen muy bajito. Bien pues os hablaré desde mi propia experiencia con el mundo editorial, que es más bien escasa, aunque al menos lo he intentado.


Tras haber contactado con más de cincuenta editoriales en este último año, puedo distinguirlas en tres categorías bien diferenciadas, que se adaptan a las necesidades del autor, según lo que éste espere de ellas.

1. Editorial de Autoedición; En este tipo de editorial, el autor se encarga absolutamente de todo, paga a la editorial en cuestión una suma de dinero (a veces desorbitada, según lo que he podido comprobar) y recibe los libros en su casa, él mismo se tiene que defender con ellos; ha de distribuirlos, promocionarlos y venderlos, sin ningún tipo de ayuda por parte de la editorial (aunque en algunos casos, la editorial puede promocionarlo en su página web, pero eso sirve de más bien poco)
Lo primero que un autor debe pensar al plantearse la autopublicación es lo que quiere conseguir con sus libros. Si quiere ganar dinero rápido, vendiendo unos cuantos ejemplares a su círculo de amistades, familia etc, entonces ésta es su editorial, sin duda. Pero, sin embargo, este tipo de editorial es poco práctica para ir más allá de tu ciudad, y ya de vender a nivel nacional.... casi que nos olvidamos (a menos que el autor quiera recorrer españa entera en su coche, distribuyendo él mismo los libros)

2. Editorial de CoediciónEste es el tipo de editorial más popular tras la autoedición, además de más atrayente, ya que el autor no paga el total de la impresión de los ejemplares, sino el 50%, tras esto, recibe los libros en su casa y se las arregla para venderlos sin mucha más ayuda por parte de la editorial (podría reseñar que hay algunas editoriales que hacen publicidad en sus webs, e incluso pueden hacer propaganda puntual por algo más de dinero) Además, como es mi caso, el libro, aunque no en físico, lo mantienen en su web a la venta bajo demanda, para que lo compre quien quiera que visite la web de la editorial y le llame la atención tu libro en particular... Sin embargo, y lo digo por experiencia, muchas veces esto no resulta de gran ayuda para vender libros.

3. Editorial Convencional; La editorial soñada por todo escritor es la editorial convencional, donde todo parece un sueño hecho realidad; la misma editorial se ocupa de los gastos de impresión, de la publicidad pertinente para cada obra, de la distribución por toda España, incluso en el extranjero si es preciso, y muchas veces, te dan un pago por adelantado, cuando aún no has vendido nada. Claro que, algo tan bueno, nunca es fácil de conseguir. Este tipo de editorial suele mostrarse reacia a recibir manuscritos de nóveles, o manuscritos en general, y opta por las ventas fijas que le da un escritor de renombre, aunque muchas veces, la calidad de estos escritores está muy por debajo de la de algunos nóveles. No importa, en esta editorial, es la venta lo que cuenta. Sin embargo, hay algunas editoriales convencionales que acceden a recibir manuscritos, algunas veces bajo un sello de la misma, y esa es la gran oportunidad, la puerta que te llevará directamente al éxito.

Lo primero que hay que recordar cuando se trata de editoriales, es cómo vas a enfocar tu propuesta. Ante todo, debes hablarles con respeto (aunque sea un email) y por ningún motivo debes mostrarte graciosillo o tratarles como si fuesen viejos amigos. No lo son. Son gente seria, y están trabajando. Si quieres contactar con ellos, busca sus páginas webs, en algunas te facilitan en email al que mandar un mensaje, o incluso tienen un portal por el que mandarles tu obra. Fíjate mucho en su web, algunas editoriales informan explícitamente de cómo enviar los manuscriros, o parte de ellos. Si no aceptan obras, no te molestes en mandarlas, y si piden dos capítulos, no les mandes tres.

Otra cosa que hay que tener en cuenta, es el estado del manuscrito que vas a enviar. Si tiene faltas de ortografía, dejarán de leerlo al tercer párrafo. Si tiene fallos graves en la sintaxis, tres cuartos de lo mismo. Antes de enviar nada, revísalo hasta la saciedad, siendo consciente de que la editorial no va a pensar que lo ha escrito un niño de tres años.

Y, llegados a este punto, una vez enviado tu manuscrito a la editorial, sólo queda esperar. Las editoriales de autoedición y coedición suelen contestar con bastante rapidez, la mayoría de forma positiva, pero no dejes que te elogien demasiado, si es la cumbre lo que buscas un "está bien" no sirve. A las editoriales convencionales nada les sorprende, y por regla general, tardan mucho tiempo en contestar a tu propuesta (eso si lo hacen) y en la mayoría de los casos, la respuesta es negativa. No van a decirte los motivos, puede que no les guste el tema, tal vez se te colaron algunos fallos y no te diste cuenta, a lo mejor el corrector que lo leía ese día estaba de mal humor... No hay modo de saber el motivo de un rechazo, y no debes dejar que eso te desanime, que editoriales hay muchas, y el truco consiste en perseverar.

Espero que mis consejos sirvan de ayuda a alguien, y os deseo la mejor de las suertes y de las paciencias para tratar con editoriales, ya que es una tarea laboriosa.

26 nov 2010

VAMPIRO
Por todos es conocido el mito de los vampiros, ya en siglos pasados anteriores a nuestra época, los vampiros formaban parte de los mitos de las antiguas civilizaciones, quienes los consideraban criaturas demoníacas destinadas a alimentarse de la sangre de los vivos para conseguir sobrevivir eternamente.
Últimamente, la figura del vampiro ha sido vista como un bebedor de sangre que se distingue por su don para conquistar y embelesar a las mujeres, además de cargar con una maldición a sus espaldas, como podemos ver en la novela de Bram Stoker, o como un alma torturada a lo largo de los siglos, en las novelas de Anne Rice, Entrevista con el vampiro y la Reina de los Condenados, y en estos últimos años han sido vistos como criaturas martirizadas pero inofensivas, y muy enamoradizas, como demuestran los best sellers de Stephenie Meyer.
Sin embargo, la figura del vampiro se puede explicar científicamente. No todo el mito, evidentemente, únicamente los síntomas por los que la gente pudiese pensar que alguien era un vampiro, como los síntomas que provoca la rabia, que se transmite a los humanos por un animal, frecuentemente los perros, los lobos y los murciélagos, animales que en el mito están estrechamente relacionados con los vampiros. Tras la mordedura, la víctima sufre intensos dolores en el lugar del mordisco, tiene fiebre, fatiga... como si el vampiro que lleva dentro estuviese a punto de salir ¿no? Tras esto, la víctima sufre inquietud y agitación, agresividad, insomnio, espasmos musculares en la cara, en la faringe y en la laringe, lo que provoca sonidos roncos y ahogados, con una retractación de los labios haciéndo que los dientes asomen, como si fuese un animal. Se vuelve hipersensible a los contactos externos, por mínimos que sean, exaltándose, como si de un vampiro recién nacido se tratase. Claro que, la rabia en humanos si no se trataba, y sobretodo antiguamente, era mortal, y los vampiros se carazterizan por la inmortalidad...
Luego, tenemos muchas más enfermedades que podrían explicar el concepto de vampiro que se tenía antiguamente, como puede ser la anemia, que provoca una palidez extrema y ojeras, la peste, y sobretodo, la Porfiria, cuyos síntomas son fotosensibilidad, (¡A un vampiro no le puede dar la luz del día!), deformidades faciales, palidez extrema y ansiedad por la sangre e intolerancia al ajo entre otras.
Quizás esto signifique que el mito de los vampiros se encuentra entre nosotros por algo más que una vieja leyenda transmitida oralmente, probablemente los antiguos creyeron que los efectos de estas enfermedades en la conducta de los humanos era demoníaca, quizás existieron alguna vez, quizás existan hoy y ahora.